sábado, octubre 20, 2012

Historias Argentinas Vol 2

Una vez me encontré a mi mismo en el hostel de nuevo, vi llegar a los chilenos y un par de colombianos que iban con ellos; el saludo con la patria no se hizo esperar, las presentaciones formales con la nación amiga, y entramos al hostel, los ubicaron en sus habitaciones, y pelos debía ir hasta otro lugar del mundo, y yo esperar al santo, para cambiar unos dolares, y ver que hacia con el resto de mi vida, me tome una siesta rápida en el hostel. Mis compañeros de nacioanlidad, es decir, el resto de desocupados que viajaban conmigo para ser participes el Chepolo, tenían un vuelo directo que estaba retrasado por unas 6 horas, es decir, llegarían tarde en la madrugada, no en la noche como se había previsto, en todo caso.


Al rato llego ilsanto, y cambiamos unos dolares y nos fuimos a comer milanesa, dices de alguna parte de la vaca apanada, y como todo en BSAS se come en pan, una cosa de 21 pesos, que santo decía que era caro, pero realmente bueno y la cual no me pude comer por completo, esa noche fuimos a jugar polo en la cancha donde se realizaría el torneo, volví al hostel con ruben, que estaba agotado por el vuelvo y a buscar a Marc molnar y Santiago Buendia que llegarían sobre esa hora., allí me encontré a Ana Caravahlo una brasilera que iba de camino a la cancha, le ayude a armar la bici y nos encaminamos a la cancha nuevamente, allí me encontré a tio santo, y jugamos otro rato polo, tomamos cerveza y empezó la juerga, volví al hostel sobre las  3am para encontrar al grupo de colombianos, llegando con cara de cansancio... al la mañana del siguiente día nos fuimos a recorrer la ciudad, puerto madero y ta dan el puente de la mujer; al mirarlo no entendía bien a que venia... pero después de ponerle un tanto de psicoanalsis descubrí como es la cuestión, les presento da falo en honor a la mujer.


La verdad o es eso, o tiene que ver algo con temas como aberturas y otras cuestiones mucho más absurdas del imaginario de la sexualidad femenina, pero siguiendo el caso, caminamos por puerto madero, he hicimos una pasada por la casa rosada y la plaza primero de mayo, con un guia bastante particular y amistoso, allí molestamos un rato y no dirigimos a recoleta, a conocer, pero como raro nos perdimos, nuestro deporte durante dos días era preguntar y tratar de encontrarnos:




Ya empezó a dar hambre decidimos ir a una parrilla argentina a ver que tanto jodían con la cuestión de la carne argentina, ya habíamos probado la pizza, el helado y las empanadas, pero le seguía el turno a la carne, como dicen a lo que habíamos venido, el problema de las parrillas en buenos aires, es que hay que pegarle a una buena parrilla, no todas son buenas a pesar de que la carne en todas este de por si encima de la nuestra, no estaba mal, para ese momento, disfrutamos de nuestra primera comida grupal y brindamos por estar allí, sonreíamos y ellos se alistaban para las contiendas que se avecinaban.



y la historia se repitio el viernes, un rato de paseo, visitar lo que nos falto, pero todo muy tranquilo, buscar sitios para comer, he ir midiendo los otros equipos en los entrenamientos...



 e inicio el chepolo.

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