domingo, abril 10, 2016

He vuelto.

Ni estaba muerto, ni estaba de parranda.

Sólo estaba organizando mi vida, desde hace dos semanas emprendí un viaje a una roca en medio del mediterráneo, Malta. Para mejorar mi manejo de una segunda lengua y tener la posibilidad de descubrir y redescubrir muchas cosas. 




Aun tengo muchos sentimientos encontrados con todo este viaje, nunca nada es como lo esperas, pero siempre esperas que sea mejor que lo que esperas; el problema es cuando es al contrario. Tengo algunas dudas acerca de todo esto, pero estoy seguro que la experiencia y el aprendizaje a largo plazo valdrá mucho la pena.

He logrado poner en perspectiva muchas cosas de mi vida, me esta ayudando a ir a algún lado en vez de estar simplemente atorado en esa burbuja de desesperanza en la que me encontraba. Ahora estoy a la puerta del infinito todas las posibilidades o ninguna, de saber que la vida será permeada de curiosas experiencias, como: Compartir cuarto con un turco que no habla mucho ingles. Buscar formas de comunicarme con él. De descubrir la multiculturalidad del mundo en un solo lugar por medio de un idioma común.


Hoy duermo pensando que voy a algún lado, pero me levanto sin sentirme en casa, sólo cuando ella me visito pude sentir esa tranquilidad y pude dormir tranquilo. No me siento homesick, sólo que aun no he vuelto este lugar mi casa. 

El tiempo dirá en que termina todo este proceso. Les estaré escribiendo a quienes quieran seguirme leyendo.