viernes, julio 06, 2012

la emoción de sentirse vivo

Rodar tarde en las noches capitalinas es una emoción única, pocos carros, y muchas posibilidades para degustar y compartir; pero entre todas las mejores se evidencian en la casi muerte, ese momento, esos 10 5 o 3 segundos cuando todo se ve perdido, pero derrepente todo pasa, así como inicia y la vida continua, pero con un nuevo sabor, una nueva emoción.



La historia es la siguiente, en este momento están realizando reparaciones en el puente de la 116 con boyaca; y en verdad que ese puente lo necesitaba, en el final del puente que conecta ya con la avenida boyaca, había una tronera ni la jijuemadre, como dirían algunos eruditos en el tema. Como sabrán otros expertos en el tema, se debe levantar el concreto para volver a realizar la calzada, y resanar como diría mi madre, este levantamiento deja todo arenoso y con muchas piedras, subiendo el puente empece a ver las señales de construcción y demás adelante; todo seguía normal una camioneta blanca kia me sobrepasa en el punto más alto del puente, y todo sigue normal cuando entro en el terreno arenoso y veo las luces rojas encendidas justo pro delante mio...(parentesis) como algunos recuerdan yo monto una fixie gear, y como esta no tiene frenos, todo depende de la fuerza que ejerza sobre el pedal por el área de fricción del neumático en relación al terreno sobre el cual se frena. (parentesis)... en ese momento mi cerebro resuena, no golpear el carro; en primera instancia hice un skid, pero gracias a al terreno lleno de arena y roca la bicicleta seguia de largo, por tanto pasamos al plan b, saque el pie del strap y lo coloque sobre la llanta (así como cuando uno era pequeño y frenaba con los píes así igual) esto logro quitarme más velocidad aunque a la larga es lo mismo que un skid, al ver que inevitablemente la camioneta seguía acercándose a mi cara, o al contrario como quieran imaginarlo, vi una pequeña abertura entre la camioneta y el muro de concreto del puente, gire la bicicleta en un skid sin retirar el pie de la llanta, y me enfile por este espacio, después de desacomodare el retrovisor a la camioneta, y poner la mano en el muro de concreto para no caerme, me recupero, y me doy cuenta que están dando paso, suelto la llanta de atrás, y me apresuro a tomar velocidad...


a partir de este bello momento, no deje de sonreír, una vez más había sorteado la muerte o al menos lastimarme de una manera seria con mi propia habilidad motriz, estaba extasiado, después de eso me demore 10min en llegar a mi casa, como no amar la nora-adrenalina!

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