domingo, julio 27, 2014

So long and thanks for all the fish: Cafu


Fuiste un descarado, no podemos negarlo, no todos te querían por tu forma de ser odiosa, malmirada y malcriada (un poco como yo), pero ante todo un gato fiel y sincero, nunca fui amante de los gatos;  y tuve que convivir con Otelo, su forma única de acompañarnos es curiosa; luego vomitaste en mis guantes de la bicicleta, o que linda bienvenida ambos no nos caíamos bien en un inicio.


Después de una semana de relación intensa y dormir en la misma cama, alimentarlo y malcriarlo a mi manera, incluso poniéndole reglas como no acostarse en mi computador, fuimos mejorando nuestra relación e incluso prefería que yo lo consintiera a su dueña :P, con el tiempo tomo la confianza para recostarse en el pecho y pedir ser consentido, o debiles humanos, como no consentirlo... te pedía que le abrieras la ventana para que saliera a dar una vuelta a las 2 de la mañana y volvía a las 4, siempre entrando y saliendo desde esa ventana, a veces le daba por salir mucho más tiempo y nos despertaba hasta casi 4 veces en una misma noche, pero al final no importaba el estaba tranquilo y feliz. 


Era un gato con clase, le encantaba el atún y la lata con sabor a salmón, en ultimas cualquier lata, siempre pedía más como si nunca hubiera probado un nada de la misma,  no se restregaba para pedirla, solo se sentaba y se lamia las patas con una que otra mirada acusadora "de porque mi plato aun esta vacío" y de vez en cuando te maullaba para recriminar que en verdad el plato aun estaba vacío.  


Al final aunque comieras todo lo que te daban, y eso que te daban bastante de todo aquello que te gustaba, que te consintieran; no mejorabas ni subías de peso, se había llegado la hora, tus enfermedades acumuladas en tus años de vida, peleas y robos de galgerias de las manos de tus dueños estaban cobrando. Ya no eras joven y mal mirado, eras un viejo mañoso, aun más mañoso que pacho, pero seguías queriendo dormir a nuestro lado, tu incontinencia era aun más evidente cuando estábamos contigo, estabas tranquilo y relajado, simplemente te dejabas llevar. (Aun así te perdonamos la orinada) 


Al final, intentaste escapar, no sabremos nunca si sabias lo que venia ó simplemente no te gustaban los veterinarios, una primera inyección y todos con los ojos en llanto, vimos como lentamente te acostabas como hacia rato no lo hacías, mientras recibías una segunda dosis, miraba en tus ojos como tus pupilas se dilataban y de un segundo a otro, solo se escucho "ya" supimos ya que no estabas con nosotros, fue inevitable no llorar, aunque compartimos no más de año y medio, me ensañaste el amor por tu especie, ayer te lloramos y te dimos un último adios; mientras un árbol se convertiría en tu morada inmaterial y un vinculo para las que aun quedan acá, hoy mañana y los días consiguientes te recordaremos y pensaremos cuanto te queremos, Descansa Cafu.  

No hay comentarios.: