después de igual y diferente.

Hace no mucho, unos 15 años me dormía escuchando a mi madre leer, en cada una de estas aventuras se recorría mundo increíbles, y tan reales que muchas veces se conjugaron con mis sueños y se volvieron parte de mi realidad; seguí luego releyendo esas historias fantásticas, que a la vez eran pequeños pero agradables cuantos, compilados en una hermosa pasta azul con las letras fantástica en su lomo, era una cosa realmente agradable y cada vez que la veo me remonta a aquellas noches de lectura y de mundos posibles.

Crecí aun más, y por lo pronto deje de salir a la calle y andar con la gente, dejé en parte de releer ya me sabia casi todas las historias, pronto empecé a aburrirme; y entonces el arma de doble filo apareció en mi casa, el primer computador que tuve, un Windows 3.1.1 que tenia logo… de ahí en adelante generé un vinculo casi adictivo con los computadores y abandone en gran medida la lectura.

A mis doce años, y 8 grado, conocí a una persona que compartía parte de mis vicios, si Montañita, ese loco se la pasaba con un libro en las manos y con una consola en la otra, por decirlo así, y un día este demente decide prestarme un libro, fue justo al tiempo del bum de las películas ya tenía ese libro en las manos, una vez lo termino decidió prestármelo, y sí así conocí a tolkien, pero el descarado este me dio el ladrillo de la comunidad del anillo, recuerdo no haber llegado más allá del concilio de rivendel spa., oh ladrillo inmundo, pero había algo de encantador, pero mirando el mapa para saber por dónde iba la historia se me vino la sangre y callo una gota minúscula de sangre sobre el mapa!!!! La seque rápido y borre con ese borrador del lápiz rojo ( esto nunca había sido contado, xD)… se perdió un trazado del mapa, o no mucho aun se veía, pero no pude continuar leyendo me sentía apenado por entregar un libro en tal estado (aunque no era nada)… lo devolví al otro día.

No recuerdo cuanto tiempo después, Carlos me pidió que le acompañase a un "selecto grupo de anormales" que se hacían llamar la TOE, yo dije bueno, pero pensaba mierda no me termine de leer ese ladrillo, y me lleva dónde esa gente… el ambiente fue divertidísimo, la gente una putería y en el fondo había una sensación graciosa de que esto es conocido; Carlos me presto a continuación el hobbit esté me lo devoré en y entre clases, re aparecieron los mundos, las imágenes y la fantasía.

Proseguí y me leí el Silmarillion, a que encanto de libro, y luego mi enemigo mortal volvió la comunidad del anillo, pero esta vez logre terminarlo y me alegre de sobre manera, y pude continuar con el resto, que disfrute aun más puesto que eran mucho más dinámicos, luego gracias a Rowan leí las baladas de beleriand y carlos quedo de prestarme los inconclusos y nunca los paso, sabia de los otros libros pero no sabía quién podría prestármelos o dónde conseguirlos, ya que algunos no los volvieron a editar al menos en español y para entonces mi ingles era pésimo.( ay aun a ratos no es tan bueno). El ultimo que intente leer es la leyenda de Sigurd y Gudrún, pero su linda edición lo volvió una pesadilla, no pase de la pág 15, pero lo haré!

Me enganche con el grupo de personas, raras y dementes, posiblemente ahora cuestionaría si somos anormales siquiera, pasamos grandes momentos, compartimos noches, días tardes, madrugadas haciendo a alguien fregar los platos, lave por primera vez en mi historia un plato, vi morir el ojo izquierdo de Rowan, vi a Carlos pelear con Claudia porque quería ser Narco y a Carlos Bailar Joropo-tecno-Merengue, a Diego y sus pantalones que nunca le comprendieron dónde debían ir, aprendí a juegar rol, Diana volverse parte de mi familia y establecer una posada karaoistica en su sála, a kou escribirle un cuento a varin y a varin diciendo yo no hice nada, a niph que nos permita habitar en su casa, a Ghim que lo vi refunfuñar en un gym, a Germancho ( de este personaje hay mucho que decir) si Germancho… pero bueno la nostalgia de aquéllo ya fue expresada aquí igual y diferente

a la larga el Maestro unió un grupo de personas que me permitió idear de nuevo los mundos posibles, con los que cada noche dormía plácidamente en mi cama, y me permitió explorar muchos nuevos a través de este grupo de bichos curiosos que terminaron siendo mis amigos, por eso con orgullo cada tres de enero alzo mi copa y agradezco.