lunes, septiembre 30, 2013

Muchas cosas por contar.

es posible que la transición de tiempo entre mi cumpleaños y ahora traiga consigo muchas historias por contar, sobretodo después del viaje a Rio de Janeiro, el cual es un chisme largo y tendido que llenarían este blog, así como hace un año Buenos Aires lo hizo, pero esta vez llegue y me enferme, quería contar las historias que allí acontecieron pero el no poder estar frente a la pantalla, aun con la necesidad de trabajar en la tesis me impidieron y sentí que tal vez ya no tenia importancia contar todo lo que aconteció, aunque siempre puedo estar equivocado.

Este post es por el contrario para hablar de algo que ha acontecido recientemente en mi historia de vida, algo simple y pero que empieza a cobrar mucho sentido, y antes de que empiecen a hacer suposiciones, y sabiendo lo importante que es Caro para mi, no no voy a hablar de ella. es algo más.

Hace unos meses escribí sobre Ramon y como me sentía con respecto a la dualidad con Kero, pues bueno, no quise contar en su momento la historia porque me dio algo duro; pero aquí el que fue de todo esto; resulta que Ramon se enfermo de moquillo y empezó todo a salir complicado, al principio con el tratamiento y extremando los cuidados fue mejorando.



y fue mejorando, un mes después del inicio del tratamiento Ramon, estaba acompañando como siempre en mi cama, dormido después de corretear por toda la casa, de repente empezo a llorar "enérgicamente" y me preocupe, pensé en que tendría ganas de ir al baño o algo por estilo, lo baje de la cama, dio algunos pasos y convulsiono, se movía sin control tendido en el piso, su cabeza iba de lado a lado y su respiración inconstante, me acerque rápido y tome su cabeza para que no se lastimara, limpiaba la baba que salía y le pedía que se calmara que todo estaría bien,  para agregarle algo de drama a la situación Ramón perdio el control de sus esfinteres y ahora todo era una mierda, seguía sosteniendo su cuerpo y su cabeza para que no se lastimara, de la nada toma fuerzas me muerde se levanta y se va como si nada hubiese pasado. Limpie el desastre y llame a mi hermano, le llevamos a la veterinaria de nuevo y los resultados que hacia una semana era prometedores se habían ido al carajo el perro tenia una "recaída" pero eso le podía costar la vida, lo hospitalizamos inmediatamente; me despedí de él "no nos vayas a dejar, en la casa te esperamos" al siguiente día en la mañana le lleve la comida acordada con el veterinario, y me fui a la universidad; se me hizo tarde y no logre llegar a la hora de visita, mi hermano le visito, y esperé al siguiente día para verlo... pero el decidió irse sin avisar a las 3:40 aprox, tuvo un episodio respiratorio y así Ramón a sus cuatro meses y 12 días, nos dejo.


Fue duro, no debo decir que no, conocí parte de mi humanidad que no creía tener, tanto que me acurruque en las piernas de Caro y me deje consentir por el resto de la tarde... Seguimos las recomendaciones del veterinario, arrojamos a la basura todos los juguetes, ropa, cobijas de Ramón, ya que no sabíamos que podía contener el virus; a esto se sumo la premisa que no tuviéramos mascota dentro de los próximos 3 a 6 meses, ya que el virus podría estar en la casa, a pesar de la desinfección de los tapetes y el lavado abusivo de los pisos por parte de mi madre.

tres meses después contados, la novia de mi hermano, decidió regalarle otro perro.

Lo trajeron una noche a la casa y dijeron que se quedaría, que se lo habián regalado,  y entonces ne mi cabeza me resono el nombre de Ramón y le pregunte a mi hermano, esta seguro que es lo mejor... "sí, ya pasaron tres meses, el virus ya no debe estar en la casa" me hizo sentir como a si mi hermano no se hubiera encariñado con Ramon o sentido algo por ese animal, sentí a la vez que la novia de mi hermano nos estaba intentando imponer su forma de vida haciendo lo que se le venia en gana; el enojo de mi madre y mío era evidente, mi madre al ser la dueña de la casa y que no fue consultada, y el resto que sabíamos que mi hermano no sirve para tener una mascota y el resto se lo debemos cuidar, tampoco fuimos consultados para que le ayudáramos, pero eso sí, mi hermano si no dice que le ayudemos.


Debo expresar que durante un tiempo a pesar de lo lindo que es la chanda, porque enserio que es lindo, tenia la preocupación por el virus del moquillo y el empute de en relación a mi hermano y su desprendimiento por la vida, comprar un perro porque se murió el otro, me parecía horrible.



En este caso, decidimos deliberadamente dejar a mi hermano solo a la crianza del perro, si no digo que no lo ayudamos de vez en cuando, pero esta vez el tiene que darle de comer, sacarlo, pagar todos sus medicamentos y atender las necesidades del animal, hasta el entrenador que le contrataron se cuadro el horario a los tiempo de mi hermano, para que sea este el que debe estar presente, ya que el resto, aun en el fondo con el recuerdo de Ramón, nos sentimos algo alterados por como llego; pero ya han pasado dos meses desde que él llego a la casa, poco a poco deje la bobada de pensar que la novia de mi hermano nos había hecho la pendejada, que mi hermano es un idiota y le empece a tomar cariño al perro, no se puede decir que la chanda no tiene efectos sobre uno, porque después de todo es un ser vivo y genera afectos, ya resuelto el proceso de ambivalencia de la decisión de mi hermano y ver que esta respondiendo a las imposiciones de la familia al cuidado del animal, me puedo relajar y disfrutar las tardes de juego con él.


Por cierto les conte que se llama Cronos?